La Pulsión de Vida es una metáfora del inicio de la fábrica de la vida, un proceso que se hace desde dentro, se autogenera, regenera, expande y hace más de sí mismo. El inicio de este proceso marca la diferencia entre materia inerte y materia viva. La vida es autopoyética (del griego autos -sí mismo- y poiesis -creación-), tiene la propiedad de hacerse a sí misma realizando dinámicas de autoproducción y auto-mantenimiento. La observación de esta “bio-lógica” o patrón de organización, de una célula simple, parece ser el mismo al de una estructura social completa sugiriendo una unidad fundamental de vida. Estabilidad y cambio siempre coexisten; la vida teje y extiende una red estable que sustenta una estructura en continuo cambio. Como bien decía Lynn Margullis “La vida en la tierra se parece más a un verbo. Repara, conserva, crea y se sobrepasa a sí misma”.
Anna Rierola > Artista visual, trabaja en la intersección entre el arte y la ciencia. Sus obras se basan en imágenes científicas obtenidas de proyectos de investigación, que reutiliza y reinterpreta para proyectar una visión del mundo unificado, en red, interconectado e interdependiente.
Primera artista residente en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB), de donde proceden las imágenes de La Pulsión de Vida y dónde empezó su reflexión en torno a la pregunta “¿Qué es la vida?”.
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Colaboración: IRB Instituto de Investigación Biomédica. Barcelona